01. Porque el mundo nos hizo así, haciéndonos nacer en otras partes del globo, con genes familiares también de otras diferentes partes del globo, de modo que nuestros apellidos son insólitos en la tierra del Rioja.

02. Porque no obstante el extraño sonido que por tanto tienen en esta tierra, decidimos poner nuestros nombres al proyecto, ya que entendemos que por encima de toda otra consideración deben señalarse las personas responsables de él.

03. Porque nuestro proyecto parte de cero, sin ataduras históricas ni bienes previos que atender, de modo que somos libres para buscar dentro del ámbito de nuestras posibilidades lo que nos parece mejor, y eso es lo que os ofrecemos, de modo que el proyecto lo vamos construyendo juntos.

04. Porque respetando siempre suelo, planta y clima, amamos la diversidad, de modo que nuestros vinos pueden ser de parcela, y de diversidad varietal o inter varietal; tratando de expresar lo mejor que de cada concreta circunstancia del terreno pueda resultar.

05. Porque antes de trabajar con los viñedos de Rioja, Bryan trabajó con otros muy diversos en Swartland y en Priorato, de modo que conoce perfectamente como extraer los potenciales de cada variedad y cada viñedo. En esta tierra ama expresar lo que el tempranillo, la garnacha, la viura y la malvasía de Rioja pueden ofrecer, aspirando a no interferir ni alterar la esencia de la viña.

06. Porque cuidamos nuestras viñas y nuestros vinos de la manera más orgánica y ecológica que nos es posible, pero sin demonizar la actuación del hombre, que las cuida y las ama, en busca de la mayor calidad del fruto.

07. Porque huimos de toda tipificación que no sea el resultado de la propia cepa, y pensamos que cada tierra y su clima son diferentes y merecen por tanto tratamiento diferenciado, para la preservación de la tierra misma y la obtención de la mayor calidad de su fruto.

08. Porque huimos de los excesos de madera que alteren la naturaleza del vino con vistas a obtener un resultado homogeneizado, y solo la usamos en la medida en que venga a poner de manifiesto sus calidades intrínsecas.

09. Porque no compartimos la idea de que todo vino que no sea criado en barricas en tiempo y forma establecidos es igual de genérico y reivindicamos nuestra cuidada manera de elaboración, y el uso adecuado de barricas grandes o tinas de madera, del hormigón o del acero inoxidable que tiendan a procurar la transparencia y la personalidad del vino en ellos elaborado.

10. Porque no somos terroiristes ni mercadotécnicos, somos humanistas; en el vino una gran parte depende de la actitud de la persona que lo elabora y de los instrumentos de que se sirve.

Hemos escogido las montañas como imagotipo de nuestra bodega.
Las montañas transmiten ideas de ascensión, verticalidad, y solidez, masa.
Las elegidas expresan además nuestra idea de diversidad, biodiversidad,
que entendemos es tradición en Rioja.

En la base está Table Mountain; es la base no tanto porque sea la montaña
de menor altura y porque literalmente sea en la mesa donde especialmente
se aprecia nuestro trabajo, sino porque siendo la imagen icono de Ciudad
del Cabo nos remite a Bryan MacRobert, que es el alma de nuestro proyecto,
quien la tenía siempre a la vista en los años en que su pasión por el vino
se desarrollaba en la granja familiar allá en el límite sur del hemisferio sur.

Las otras tres forman sierras que dan idea de la diversidad del Rioja:
abrazan cuatro comunidades políticas distintas, y explican los diferentes
climas, suelos y cepas que aportan su variedad a nuestros vinos.

En orden ascendente, en primer lugar la Sierra de Cantabria,
que delimita al Rioja por su norte. Hemos escogido un perfil
que se puede percibir desde fincas que cultivamos en Rioja alavesa,
en el que se destaca El León Dormido que es también la referencia

más próxima a la ciudad de Logroño en que vivimos.

A continuación el perfil de la Sierra de la Hez que marca el límite sur
de la parte oriental del Rioja, tomado desde la viña de Tudelilla
que nos surte de esa garnacha tan especial.

Y la más elevada, la Sierra de la Demanda, en la que se alza el Monte
de San Lorenzo, tótem del Rioja, límite sur de su parte occidental y perceptible
casi desde cualquier punto de nuestras viñas en la zona, incluida Rioja alavesa.
Las sierras vienen definidas por colores que pueden ser tan cambiantes
como la vida misma, y encerradas en un círculo que quiere indicar la suma
de hemisferios que nuestros nombres expresan, pero que no quiere terminar
de cerrarse porque se abre a nuevas expectativas y horizontes. Quizás
pueda imaginarse la copa y sentir la tierra del vino que se bebe de ella.
Dos notas de color, acaso el sol, acaso la luna, que marcan
nuestros ritmos, completan la perspectiva.